colaboracion_vs_competencia
Las empresas están formadas de personas. Y lo que buscan las organizaciones es que esas personas formen equipos alineados que permitan alcanzar los objetivos.
Parece fácil, pero no siempre lo es tanto… Una de las claves para ello es la comunicación efectiva y fluida entre los componentes, pero además es importante un buen ambiente de trabajo y voluntad de colaboración.

Ahora bien, ¿qué diferencia a un equipo de trabajo tradicional de un equipo de alto desempeño?

Antes de entrar en materia, hemos de destacar que esas diferencias entre un tipo de equipo y otro, se hacen más evidentes cuando la organización comienza a crecer. Es un clásico y habitual que empresas pequeñas han experimentado un crecimiento y, de repente, se vuelven más complejas. Aparecen por necesidad nuevos colaboradores, nuevas metodologías, nuevos procesos y procedimientos… La clave radica en cómo se afrontan esos cambios, porque de no hacerlo de la manera adecuada, se pueden ver afectada la productividad.

Cuando estamos ante una empresa que responde a las características anteriores, un buen ejemplo pueden ser las actuales startups, muchas de ellas se ven envueltas en una ambiente de trabajo desmejorado al crecer. Si observamos un poco podemos ver:

  1. La motivación está claramente tocada, así como el sentido de pertenencia y el compromiso de los miembros del equipo; e irremediablemente, esto afecta de manera directa la productividad y a la consecución de objetivos.
  2. Esconde cierto caos la definición de normas a seguir o la manera en la que se toman las decisiones.
  3. Los roles de los integrantes del equipo no están bien definidos, claros. En algunos casos podemos encontrarnos incluso roles que van cambiando, tratando.
  4. Lo miembros del equipo no s sienten identificados con los valores o los objetivos de la organización o del proyecto en concreto en el que colaboran.

Nada de lo anterior sucede cuando estamos frente a un equipo de alto desempeño. En este caso hablamos de:

  1. Equipos altamente comprometidos con los objetivos de la compañía.
  2. Equipos en los que cada uno de los miembros o colaboradores sabe y tiene muy claro cuál es su rol. Pero van más allá, estimulando y potenciando el rol del líder y fomentando otro tipo de liderazgos, alternativos quizá.
  3. Existen relaciones interpersonales entre los componentes del equipo en positivo, afectivas y cordiales.
  4. Se han preestablecido pautas para la toma de decisiones, se han previsto situaciones posibles y se han desarrollado también métodos de actuación ante aquello que se pueda presentar.
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