Búsqueda y Selección

¿Qué buscamos cuando buscamos?

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Todos tenemos experiencia en búsqueda y selección, cada día tomamos decisiones, y escogemos de entre varias posibilidades.

Buscamos y seleccionamos consumibles, gadgets, prendas de vestir, complementos, ¿Qué zapatos me pongo, qué camisa,…?.

Cuando la búsqueda y selección nos supone un esfuerzo importante  analizamos y reflexionamos en profundidad desde diferentes enfoques. Si tenemos que escoger un destino turístico, o una vivienda, o un coche, podemos estar días dándole vueltas, para acertar con la selección.

¿Y personas, seleccionamos personas?, pues claro que sí, TODOS. Cuando interactuamos y nos relacionamos, cuando decidimos llamar a ese amigo que hace tiempo que no vemos, cuando decidimos ser amables y agradables, o intransigentes y distantes.

Con la selección de personal, el problema es que la concepción que impera en nuestro entorno, es materialista y mecanicista.

– ¿Cómo dice que lo quiere?

– Lo quiero con esta formación superior, con este máster, con 5 años de experiencia en este sector, que hable este idioma y este otro, con 3 kilos de esta competencia y 500 gramos de esta otra. Y con esta franja de edad.

Si hablásemos de la selección de un coche, sería algo parecido: quiero esta marca, esta cilindrada, con estos caballos, turbo diesel, kilómetro cero o como mucho con 10.000 km.

– Tomo nota! ¿Algo más?

– Si, implicado 100 %, obediente y fiel, que aporte soluciones y resultados a corto plazo. Con potencial, pero que no nos genere problemas. Que tenga expectativas económicas justitas, ah! y buena presencia.

Con fuerza, ABS, automático, fiable y sólido. Que consuma poco y transmita esto o aquello.

Vamos a dar otra vuelta con el coche, nota la fuerza, y mire que nobleza, como responde,…

Como head hunter tengo la  suerte de trabajar con organizaciones – personas, que además de exigir unas titulaciones, conocimientos, habilidades y experiencias determinadas,  necesarias para desarrollar con éxito, no se quedan ahí.

Saben que eso puede ser necesario, pero no es suficiente. Valoran y requieren unos aspectos relacionados con la actitud, el grado de generosidad, espíritu de sacrificio,  bondad, humildad, disciplina y una sana ambición.

Preguntas para todos los que seleccionamos:

Cuando hemos estado en el otro lado, (tal vez algún día lo estaremos), ¿por que deseamos ser valorados, que podemos aportar? ¿Sólo lo que está escrito en el cv?.

Alberto Arqued

Ceo & Founder  Sede21

SER DIRIGIDO

DIRIGIR, DIRIGIRSE Y SER DIRIGIDO

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Ejercer una dirección, implica dirigir a los demás y dirigirse uno mismo. Y estas acciones se oponen a la experiencia pasiva de ser dirigido.

La experiencia de ser dirigido, entendida como la percepción y aceptación consciente de aquello que nos influye y por tanto la decisión de dejarse influir por algo o alguien.

Dicho esto, la experiencia de ser dirigido constituye un importante complemento a la de dirigir a los demás y dirigirse a uno mismo.

Conlleva un consentimiento plenamente consciente, aceptación y también entrega.

A menudo la idea que nos formamos del ejercicio directivo es parcial, pues en ella sólo aparece la dimensión del obrar y dar forma a las cosas.

Por el contrario, la experiencia de estar sujeto, de ser dependiente, de adaptarse y consentir, se reprimen y silencian, o se valoran negativamente como un estar expuesto.

El primer paso para corregir esta forma de ver las  cosas consiste en hacerse consciente de las muchas influencias que recibimos y de con cuanta frecuencia seguimos de manera automática e irreflexiva determinados modelos de conducta.

Dirigir y ser dirigido se condicionan y complementan mutuamente y se integran en un todo. No se puede comprender nada aisladamente.

Así pues, las personas, las organizaciones, los sistemas de valores, es “espíritu“de la casa y también la cultura de la empresa dependen unos de otros y se influyen mutuamente.

En la práctica somos dirigidos de muchas maneras. Nos dirigen:

  1. Las varias personas con las que estamos relacionados (es inevitable que nos influyan).
  2. Los valores, las máximas y el concepto de vida que hemos interiorizado. Guían nuestra percepción de las cosas, nuestras vivencias y percepciones.
  3. Órdenes inconscientemente asumidas y lealtades ocultas. Estas pueden determinar nuestra conducta más allá de la lógica y la razón.
  4. Casualidades y azares del destino, las cuales o bien combatimos o bien aceptamos.
  5. Las personas a las que nos subordinamos conscientemente: ante ellas practicamos la obediencia conscientemente.

Alberto Arqued

Ceo & Founder  Sede21

 

 

VISION

UN NUEVO ENFOQUE DE LA VISIÓN

 

Visión, las personas con responsabilidad directiva deben ver más allá, y para ello, deben primero aprender a mirar en su interior.

Visión, las personas con responsabilidad directiva deben ver más allá, y para ello, deben primero aprender a mirar en su interior.

 

Una vez se ha determinado la misión de la organización, su razón de ser, muchas empresas proyectan y explicitan su visión, donde se quiere estar, que se quiere conseguir a medio y largo plazo.

En los últimos años, muchas tienen como objetivo inmediato resistir. A a partir de ahí vale la pena trabajar donde queremos estar, qué queremos ser. Desde hace tiempo, hablar de gestión y estrategia va ligado a concretar y definir la misión, la visión y los valores.

Los beneficios son múltiples:

  1. Mejora la comunicación, compartiendo información estratégica, aclarando dudas
  2. Se orienta la atención y los esfuerzos hacia una “visión” compartida
  3. Los objetivos y las acciones adquieren una coherencia en pro de esa meta.

Las personas, con unos objetivos comunes, deben saber “ver” más allá de las funciones “mecanicistas” propias de su puesto.

Desde este blog, propongo analizar “la visión” de una manera diferente, complementaria y necesaria, que sería como sigue, una vez hemos analizado hacia donde desea ir la empresa:

  1. Donde estoy yo  y donde quiero estar
  2. Qué hago y qué deseo hacer
  3. Cómo estoy y cómo quiero estar en el futuro
  4. Cómo me relaciono y cómo deseo hacerlo

Realizar este ejercicio es básico, independientemente del rol que se ejerza en la organización.

Para que una VISIÓN sea compartida y asumida, ayudando a alinear esfuerzos, a promover la cooperación y la comunicación, debe contemplar el desarrollo de las personas, a la vez que el de la organización.

Este desarrollo no tiene porqué ser en términos materiales ni económicos, pero el “sistema”  debe contemplar el desarrollo de las capacidades, de responsabilidades, ascendencia, reconocimiento,…

 

 

Alberto Arqued

Ceo & Founder  Sede21

OBEDIENCIA

REFLEXIÓN SOBRE OBEDIENCIA

Obediencia … 6 Y dirigiéndose a los maestros espirituales: «Quien os escucha a vosotros, me escucha a mí». 7 Los que tienen esta disposición prescinden al punto de sus intereses particulares, renuncian a su propia voluntad 8 y, desocupando sus manos, dejan sin acabar lo que están haciendo por caminar con las obras tras la voz del que manda con pasos tan ágiles como su obediencia. RB Cap. V  

Obediencia … 6 Y dirigiéndose a los maestros espirituales: «Quien os escucha a vosotros, me escucha a mí». 7 Los que tienen esta disposición prescinden al punto de sus intereses particulares, renuncian a su propia voluntad 8 y, desocupando sus manos, dejan sin acabar lo que están haciendo por caminar con las obras tras la voz del que manda con pasos tan ágiles como su obediencia. RB Cap. V

 

Cuando se habla de obediencia, de forma directa o indirecta, surge el tema del liderazgo. Obediencia, vulgarmente lo entendemos como “hacer caso” a quien ostenta el poder, es erróneo. Etimológicamente, proviene del vocablo latín oboedire, formado por el prefijo ob que indica enfrentamiento, oposición, y audire, que significa escuchar.

Por tanto, “saber escuchar” estar atentos no sólo “oír”, sino captar, analizar y pensar bien, entonces estaremos en disposición de discernir y libremente escoger seguir lo que tenemos que hacer.

Como jefes nos gusta que nos obedezcan, pero muchas veces nos olvidamos de lo difícil que puede llegar a ser hacerlo. El otro día leí una frase muy conocida de Stephen Covey, que habían transformado en clave espiritual, decía así:

“Siembra un pensamiento y recoge un deseo, siembra un deseo y recoge una acción, que podrá ser buena o mala.  Siembra una acción y recoge una costumbre, siembra una costumbre y recoge un hábito, que podrá ser virtuoso o vicioso.  Siembra un hábito y recoge un carácter, siembra un carácter y recoge tu destino, tu vida”.

Todo jefe que desee la “obediencia” debería ser capaz de ponerla en práctica. Y nos sorprendería ver lo difícil que puede resultar para muchas personas, llevar a cabo eso que pretenden que hagan los demás, poner en práctica la obediencia.

  1. Empecemos por obedecernos a nosotros mismos. Para ello concretemos  unos pensamientos, “tiremos” de nuestros ideales, referentes, guía, faro, ejemplo a seguir,… obtengamos unos deseos, unos objetivos.
  2. Que estos deseos nos mueva a la acción de manera continuada.
  3. Analicemos nuestra actitud, las dificultades, la satisfacción ante los éxitos.

Muchas personas con responsabilidad sobre personas son incapaces de “obedecerse” a sí mismos, de hacerlo de manera continuada.

Si lo hiciesen, aumentaría su ascendencia sobre las personas, pues serían conscientes de lo difícil que es la obediencia y esta experiencia les legitimaría para que los demás hiciesen lo mismo, con unas consignas compartidas.

Alberto Arqued

Ceo & Founder  Sede21

RESOLUCIONES DIARIAS

Resoluciones diarias

 

OBJETIVOS

Planificar a medio y largo plazo, es necesario. Pero debe traducirse en el día a día, para que esa teoría, marco y guía, se convierta en acción.

 

Un Año Nuevo: 12 meses, 52 semanas, 365 días, 8.760 horas, 525.600 minutos- una ocasión de considerar direcciones, objetivos y acciones.

Tengo que hacer algunos planes para vivir una vida normal, pero también tengo que vivir emocionalmente dentro de un marco diario, porque así no tengo que hacer resoluciones de Año Nuevo.

Puedo hacer de cada día un día de Año Nuevo. Puedo decidir, “Hoy haré esto… Hoy haré aquello…”

Cada día puedo medir mi vida y tratar de hacerlo un poquito mejor, decidir seguir la voluntad de Dios (o de mi poder superior) y hacer un esfuerzo para poner en acción los principios de nuestro programa, de nuestra regla.

La misión  mi razón de ser y de hacer, debe ir acompañada de un plan, unas reglas,… que me ayuden en el camino para conseguirla.

Las personas con responsabilidad deben cuidar su dimensión emocional, para su propia estabilidad y también para facilitar la de las personas en su entorno.

Cuantos “jefes” fracasan en su misión  por proyectar en los demás sus miserias, sus frustraciones. Víctimas de su propia incompetencia para lidiar con sus limitaciones, para aceptar sus circunstancias.

Para cuidar un árbol, es necesario tener en cuenta y cuidar:

  • lo que se ve, como son el tronco, ramas, hojas, flores, aspectos externos como viento, horas de sol/sombra, cantidad de lluvia,…
  • los aspectos que aunque no se ven, son igual o más importantes: tipo de suelo, humedad de la tierra, salud de las raíces,  existencia o no de hongos,…

Planificar y actuar en consecuencia, en el día a día, sabiendo que no sólo está en nuestras manos y que hay procesos,  en que debemos hacer lo correcto, pero que no podemos acelerar, dependen de un ritmo natural, no artificial.

 

Alberto Arqued

Ceo & Founder  Sede21