en-la-oficinaLunes por la mañana, comenzamos el día con muchas ganas. Seguro hay mucho por hacer en el trabajo y, a ciencia cierta, si no aprovechamos el día al máximo, la semana se tornará estrenaste y complicada…
Sin embargo, llegan las 10 de la mañana y de repente nos damos cuenta que aún no hemos comenzado con lo importante. El email está repleto de mensajes, el teléfono notara de sonar y las distracciones aparecen por todos lados: notificaciones, conversaciones de compañeros en la oficina, etc.

Debemos admitirlo, ¡mantener la concentración y el foco en la oficina, no es tarea fácil! Pero tampoco es imposible, solo debemos afrontar la situación y ponerle freno antes incluso de que comience a robarnos nuestro valioso tiempo. A continuación te damos algunos consejos que te pueden ayudar a lograrlo:

Desconéctate

Para ser productivos es muy importante propiciar un ambiente que favorezca esa productividad. Y lo cierto es que la gran mayoría de las distracciones que tenemos en el trabajo provienen de notificaciones, emails y llamadas.
Para evitar que estas distracciones te tienten o te roben tiempo, ¡desconéctate mientras trabajas! O si tu trabajo gira en torno al mundo online, desconecta las notificaciones de todo aquello que no sea imprescindible y márcate ciertos límites; por ejemplo, revisa el correo un número determinado de veces al día, o en unas horas concretas que te hayas fijado previamente.

Realiza una lista de tareas

Una lista de tareas diaria o semanal te ayudará a visualizar de forma clara lo que tienes que hacer y además te permitirá organizar tus tareas por prioridad, de manera que puedas ir cerrando las más urgentes o importantes primero y en los plazos que exigen.

Puedes hacerla en papel o pudes recurrir a una de las muchas apps disponibles para ello.

Trabaja con plazos

Los plazos nos empujan a prosperar en el trabajo y a la hora de realizar determinadas tareas. Por ello, procura trabajar con plazos. No importa si tienes o no plazos de entrega, márcate un plazo igualmente.

Por ejemplo, si tienes que responder a un email, fíjate una hora al día o caad dos días que dediques a responder a esos emails que no son urgentes. O puedes, en lugar de decir que te irás a casa cuando termines, marcarte las 17:00 h; así te obligas a terminar las tareas antes de esa hora, etc.

Divide y vencerás

A veces no es posible hacerlo todo a la vez. O casi siempre. Por eso, es conveniente que en lugar de tratar de abarcarlo todo al mismo tiempo, intentes dividir las tareas grandes o más complejas en otras más pequeñas. Así, podrás ir realizándolas por paso, poco a poco y manteniendo el nivel y calidad que tú puedes ofrecer.

Es un cuestión de organización.

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