La importancia de una buena formación es clave.

Para empezar, hay que tener presente que las personas en las organizaciones estamos inmersas en el cambio. Cambia la formación, los mercados, las tecnologías, los procesos, los productos y servicios,…

Como consecuencia, es vital capacitarse. Hoy en dia la oferta de formación es enorme, existen herramientas, métodos y sistemas para casi todo.

Así que ¿quieres aprender idiomas?, en tres meses. ¿Necesitas usar una hoja de cálculo?, sigue el tutorial. Deseas aprender a hablar en público?, sigue estos pasos.

Por desgracia, la visión mecanicista imperante, ha hecho que durante muchos años, en las escuelas de negocio, se haya puesto la atención en saber:

  • Interpretar balances, cuentas de resultados, ratios financieros, ebitdas,…
  • Analizar datos de mercado
  • Diseñar estrategias comerciales y de marketing
  • Organizar sistemas productivos
  • Gestionar costes
  • Organizar almacenes,…

Sin embargo, ha sido tras una crisis prolongada en el tiempo, cuando se está empezando a cambiar de paradigma, donde se incide en la importancia de trabajar y tener en cuenta a la personas de manera «integral», no sólo como el «recurso» necesario,…

Pero siendo todo ello necesario, sigue sin ser suficiente. Para que cualquier formación técnica tenga éxito, la persona que la recibe debe tener una actitud determinada.

Que difícil es mejorar la manera de «organizarse», de «comunicarse» y de «relacionarse».  Simplemente NO SE PUEDE ENSEÑAR.

Por suerte, se puede reflexionar sobre el tema, debatir, filosofear y explicar la teoría,… pero es como ir en bici, hay que lanzarse, caerse y volverse a levantar. Pedalear y pedalear.

En resumen, los líderes y buenos jefes, son aquellos que actúan siendo coherentes a lo que esperan de sus equipos. Acompañan, caminan juntos, predican con el ejemplo, refuerzan buenas prácticas y corrigen las que no lo son.

Finalmente, estos empresarios y directivos, apuestan no sólo por una capacitación técnica, sino también por consolidar una cultura (forma de relacionarse, comunicarse y organizarse) que antepone la dignidad del ser humano.

Por consiguiente,  con unos valores que promueva el respeto, la obediencia, la fraternidad, la disciplina, el apoyo,… están ayudando a mejorar la vida de las personas y la sociedad.

Seamos valientes a la hora de diseñar acciones, programas y talleres, que promuevan el respeto, la confianza, la obediencia, la tolerancia,… intentando consolidar una manera de organizarse, comunicarse y relacionarse, que promuevan nuestros valores.

 

Alberto Arqued

Ceo & Founder sede21