delegarDelegar, repartir de manera estratégica las tareas y responsabilidades para sacar el máximo potencial del equipo, mejora la productividad, añade valor a la compañía y permite obtener mejores resultados.

Un líder que no sabe delegar, probablemente, tendrá un equipo que no funciona.
Sin embargo, delegar no es fácil…

Por qué no delegar es un error

 

Delegar mejora la productividad

Cuando una sola persona asume todas las responsabilidades y tareas, las funciones se resisten, resulta complicado cumplir con los tiempos, etc. Sin embargo, cuando se delega, se dividen los esfuerzos y se multiplican los resultados.

Al delegar algunas funciones y tareas, el líder contará con más tiempo para abordar otros objetivos, podrá añadir más valor. Pero, además, delegar aporta otra forma de hacer, otros puntos de vista, lo que puede ser beneficioso para el proyecto.

Delegar implica menos estrés y hace que fluya la comunicación

Como decíamos antes, no delegar puede llegar a desbordarnos y que tantas tareas y responsabilidades nos impidan llegar o llegar a tiempo a las metas impuestas. Lo que viene después es agobio, estrés, incluso frustración y desmotivación.

Delegar requiere de orden y planificación. Y esto puede hacer que pienses que te llevará más tiempo asignar las funciones a otros que hacerlas tu mismo. Te aseguramos que, en cuanto te decidas a ponerlo en práctica, verás resultados rápidos, se verá reducido tu nivel de estrés y, poco a poco irás necesitando menos indicaciones para comunicar y transmitir las indicaciones oportunas en cada momento.

Al delegar se refuerza el equipo

La confianza también entra en juego. Si muestras tu confianza en tus colaboradores, contribuirás a que se refuercen sus habilidades, a la vez que crecerá su motivación al notar que su opinión y manera de hacer las cosas cuenta y es importante para la organización.

 

Piensa en las necesidades de las personas en las que vas a delegar para desempeñar esas tareas: ¿necesitarán formación u otro tipo de recursos? Y, ten en cuenta que delegar no significa desentenderte de las funciones o tareas que has delegado, realiza un seguimiento para evaluar el desarrollo y evolución y también los resultados.

 

adicción a la productividad

¿Eres adict@ a la productividad? Pero, no nos referimos a esa que te permite avanzar en tus proyectos; nos referimos a los contenidos sobre productividad: los innumerables artículos, videos, infografías, eBooks, libros, informes y cursos que se pueden encontrar hoy en día y que parecen no ser nunca suficientes.

Probar nuevas herramientas o leer sobre métodos de productividad y experimentar diferentes formas de trabajar con todo ello puede ser bueno. Pero si hacerlo te consume gran cantidad de tiempo y no te permite obtener interesantes progresos, entonces no lo es tanto.

Te proponemos un plan en 5 pasos que te ayudarán a  vencer esa adicción a la productividad y a hacer más:

Reserva tiempo para aprender sobre productividad

Quizá te parezca a priori algo chocante que el primer paso sea precisamente reservar parte de tu tiempo a ello. Pero no es una locura. Si te gusta la productividad, es algo que está muy bien, reconocerlo y buscar la forma en la que no interfiera en tu trabajo y tareas importantes es la clave.

Es por eso que te recomendamos que reserves un tiempo prudencial a la semana que puedas dedicar a leer, informarte, descargarte y probar apps o herramientas de productividad, etc.

Un aspecto importante es que incluyas este tiempo en tu calendario. Así sabrás y tendrás siempre a la vista cuándo es el momento de dedicarle tiempo y evitarás caer en el pozo de la productividad a primera hora de la mañana cada día.

Identifica las áreas en las que precisas ayuda

Con esto nos referimos a que te enfoques en algunas áreas concretas. Te ponemos un ejemplo, si acaba de arrancar tu negocio y te interesa conocer todo sobre la productividad en equipo para potenciarla entre tus colaboradores, en lugar de ver, leer y absorber todo lo que encuentres sobre productividad, discrimina contenidos y céntrate solo en aquello que te da las pautas para la productividad en equipo.

Siempre tendrás tiempo más adelante para adentrarte en otros terrenos que seguramente también te interesan, pero que ahora no son la prioridad.

Desarrolla tu propio sistema

Es habitual, sobre todo para los apasionados de la productividad, cambiar y reorganizar toda su vida y manera de gestionarla para adaptarla al nuevo método que han descubierto. Lo cierto es que esto puede resultar, en el mejor de los casos, incluso divertido, pero no siempre es efectivo y representa una gran inversión de tiempo que no siempre es recompensada.

No es habitual que el sistema de otra persona, por bueno que sea, se adapte 100% a tus necesidades. Por ello te recomendamos que rescates los aspectos que más te sirven de todo lo que has visto, leído o probado y desarrolles tu propio método, uno totalmente personalizado.

Despréndete de todas las ideas que tenga sobre sistemas y herramientas. En lugar de eso, concéntrate en determinar qué es lo que necesitas… y trabaja para desarrollarlo.

Entiende por qué postergas o procrastinas

A veces estar «enganchad@» a la productividad es una excusa para postergar, procrastinar, aplazar las tareas pendientes y las obligaciones. Si es tu caso, conviene que vayas a la raíz y entiendas por qué procrastinas.

Lo cierto es que la procrastinación es un tema que da para hablar largo y tendido. Lo anotamos a nuestra lista de temas a tratar en el blog… Pero ahora, para no extendernos demasiado te recomendamos que, si has de procrastinar, procures hacerlo de manera productiva. ¿Y esto es posible? Sí.

La próxima vez que te sientas tentad@ a sucumbir, identifica una tarea importante, aplazable, que podrías estar haciendo en ese momento. Procrastina productivamente.

Prioriza. Ponle número

Establecer objetivos y seguir su progreso te ayuda a cambiar tus hábitos… Prueba a priorizar y asignar número a tus tareas.

Tener un objetivo concreto puede ser la motivación que necesitas para dejar de leer sobre productividad y ser una persona productiva.

 

compromiso en la empresa

Muchos son los estudios y encuentras que se han realizado en los últimos tiempos sobre el compromiso de los empleados con sus empresas. Los datos pueden varían algún punto arriba o abajo en función del estudio, pero la conclusión global es que más de la mitad de las personas empleadas no siente comprometida con su compañía. Datos realmente sorprendentes. Y es que, si lo decimos de otra manera, más de la mitad de las personas con trabajo no tira del carro de las empresas. Ahora bien, ¿de quién es la responsabilidad? La respuesta bien podría ser «de la crisis»; sí, de la crisis de compromiso que abunda entre las compañías españolas.

Es un hecho que un equipo o una plantilla comprometida es capaz de generar acciones y comportamientos deseados por cualquier organización: iniciativa, desempeño, productividad, productividad, flexibilidad, disponibilidad, afán de superación, etc.
Los trabajadores altamente comprometidos son los conocidos como lovemarks. Pero teniendo en cuenta los resultados de tantos estudios, no parece fácil tenerlos en plantilla; la realidad habla de una situación habitual en la que los vínculos entre organización y trabajadores no pasan por su mejor momento.

Parte de esos empleados o colaboradores no comprometidos con la causa de la organización son convertibles. Es decir, no están tan comprometidos como los lovemarks, pero es posible reforzar el vínculo y compromiso si perciben mejoras (aumento de salario, flexibilidad en horarios, formación, etc.). Pero otro gran porcentaje es difícilmente recuperable.

Ahora bien, no todo gira en torno a los empleados, los líderes juegan un papel fundamental en aquí. ¿Qué hay de ellos?
El liderazgo es un importantísimo agente de cambio. Un buen liderazgo es la clave para elevar los ánimos, consolidar y reforzar el vínculo entre el profesional y la organización.
Pero lo cierto es que, aunque hay una tendencia al cambio, en la mayoría de las compañías la dirección no tiene una percepción real de lo que ocurre en sus pantallas y, como consecuencia, la percepción de jefes y directivos sobre el compromiso de sus empleados es errónea.

Queda mucho por hacer, pero lograr un cambio en este sentido es posible y pasa por instaurar en las organizaciones una cultura de compromiso mutuo, establecer relaciones de equilibrio entre los que la empresa y los empleados ofrecen y reciben, tener como base la transparencia y la comunicación y llevar a cabo acciones motivadoras y de concienciación sobre la importancia de alcanzar las metas y objetivos fijados por la compañía.

Gestionar, o más bien saber gestionar el compromiso, es una necesidad que afecta a los líderes de las empresas, todo tipo de empresas. Son los líderes quienes deben trabajar para desarrollar esa relación equilibrada, justa, transparente y sin prejuicios entre compañía y empleados que generará la motivación  que se precisa para alcanzar los resultados marcados.

apps productividad

Las nuevas tecnologías han irrumpido en nuestra vida hace algunos años para cambiarla por completo. Hoy, tenemos una app o un programa para casi todo: para realizar la lista de la compra, para ayudarnos y motivarnos a realizar ejercicio, para guardar nuestra música favorita… y, por supuesto, para ayudarnos a gestionar prácticamente cualquier aspecto o actividad en el ámbito laboral.
Y de esto último, enfocado a las reuniones de trabajo, queremos hablar precisamente hoy; concretamente de herramientas y aplicaciones que permiten sacar mayor partido a las reuniones de trabajo y contribuyen a que sean un éxito.

Para que una reunión sea productiva y exitosa son muchos los factores que entran en juego: prepararla de la manera adecuada, seleccionar a las personas idóneas para participar, etc. Y para ayudarnos en la tarea de organizar, preparar y ejecutar una reunión, existen una gran cantidad de herramientas que se pueden convertir en la clave para sacar el mayor partido a una reunión. Os proponemos a continuación algunas:

Skype

Skype se ha convertido en un imprescindible para los que precisan tener reuniones con clientes, proveedores, compañeros… y a veces están a lejos. De forma simple, intuitiva y gratuita nos permite acortar distancias y realizar videoconferencia de forma gratuita.

Evernote

Esta aplicación, poco a poco, ha ido ganando adeptos… Tanto es así que se ha convertido en una de las aplicaciones de productividad más utilizadas. El secreto de su éxito radica en las múltiples opciones y funciones que permite a sus usuarios.

En cualquier reunión surgen nuevas tareas, se plantean nuevas acciones, surgen ideas… y un sinfín de cosas más que precisamos anotar si no queremos que se nos pase nada por alto. Evernote es la aplicación especialista en mantener bien organizadas todas esas notas e ideas que precisamos tener a mano en cualquier momento. Por si fuera poco, permite agruparlas de forma automática en la agenda personal, lo que la hace aún más interesante.
Y para los hiperconectados es toda una ventaja, ya que con cuenta con app para todo tipo de dispositivos, por lo que podrás tenerla a la vez en el PC, en la tablet y en el móvil y así consultar en cualquier momento la información que necesites.

Rev

Tomar notas es necesario, pero a veces las reuniones transcurren a un ritmo demasiado rápido como para dejarlo todo escrito. En esos casos, Rev es el aliado perfecto.
Se trata de una app que se encarga de transcribir el audio. De esta manera, si algo quedó en el aire o alguien olvidó especificar algún resultado o conclusión en el resumen post reunión, no será un problema.

 

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Las personas con responsabilidad sobre personas, quieren que sus empleados les obedezcan, que sigan sus consignas, que las asimilen, que entiendan que esas pautas y órdenes son positivas, necesarias para conseguir los objetivos y llegar a buen puerto,… es más, desean que  lo hagan de buen agrado,  con una buena actitud, de manera segura y confiada.

Sin embargo, muy frecuentemente los «directivos»son incapaces de practicar con el ejemplo, y poder obedecer y seguir órdenes, con la misma actitud que esperan en sus subordinados. Están en lo más alto, no tienen a quién obedecer,… ¿o tal vez sí? ¿a sus clientes «clave»?, … y cuando lo hacen, tienen la sensación de que ya no gobiernan su vida, su destino, su nave,…, tienen la sensación de que se «acota» su libertad, su poder de decisión.

Es básico para las personas con responsabilidad sobre personas, ejercitar y poner en práctica el someterse a unas consignas, a unas pautas y «ordenes».

Para poder dirigir a los demás, la primera condición que debe ser satisfecha es  es DIRIGIRSE A UNO MISMO. Abarca aspectos como nuestra relación con el tiempo, la organización de nuestra vida y nuestro desarrollo emocional, social y espiritual. Forma parte de ella la autodisciplina, la propia orientación a valores y la capacidad de comunicarse.

Hacerse cada vez mejor es la principal tarea del que dirige. Dirigirse a uno mismo es el camino que conduce hacia el desarrollo de una personalidad apta para el liderazgo, la credibilidad y la aceptación. DIRIJO A LOS DEMÁS DEL MISMO MODO QUE ME DIRIJO A MÍ MISMO.

Nuestros modelos de conducta, nuestras costumbres (incluyendo hábitos de pensamiento), sentimientos, dogmas, valores, … sobre todo esto tenemos que trabajar.

La fijación de objetivos, el orden y la disciplina, conducen a la satisfacción. El trabajo diario, la autosuperación y el esfuerzo, pueden convertirse en una alegre actividad. El ejercicio disciplinado conduce al incremento de la autoestima y de la seguridad en uno mismo.

empleados felices

Con la cantidad de problemas a resolver, ¿por qué habría de dar importancia a la felicidad de mis empleados?, te preguntarás. Pues bien… Que tus empleados no sean felices en tu empresa y desempeñando su trabajo es una muy mala noticia para ti y para tu empresa; puesto que el hecho de que no sean felices puede verse, tarde o temprano, reflejado en la cultura, el ánimo y la administración de la organización.

Pero si lo prefieres hablamos directamente de números: reemplazar a un empleado medio cuesta alrededor del 20% de su salario anual; si hablamos de altos cargos o directivos, reemplazarlos puede costar hasta un 215% de su salario anual.

Seguramente solo pensar en reclutar a nuevos empleados, con todo lo que ello implica a todos los niveles, te genera estrés. Por eso queremos darte algunas pautas e incluso algunas tácticas para retener a tus empleados y al mismo tiempo construir un ambiente de trabajo más feliz que permita que quieran quedarse.
Y para ello, hay que hablar de cultura empresarial. Y cultura implica valores compartidos de un grupo de personas que de alguna manera colaboran.

Dibuja una misión

Los profesionales buscan realizar y sentir que su trabajo hace la diferencia, que no son uno más. Y para que puedan sentir lo que buscan, es necesario un propósito mayor que tu compañía.

Dale prioridad a tus empleados

¿A quién le ha gustado en algún momento sentirse excesivamente supervisado? La inmensa mayoría trabajamos mejor cuando nos dan prioridad y permiten que resolvamos a nuestra manera los problemas.

Cada persona cuenta. Dar bonos o beneficios a aquellos que sobresalen está bien, pero lo cierto es que en el escenario de la nueva empresa se trata de empedrar a los empleados.

Permite que tus empleados tengan participación en tu compañía, deja que actúen como si fueran propietarios, no como simples empleados. Y, sobre todo, como líder, asegúrate de que cada persona tenga un camino dentro de tu compañía y que vaya ganando propiedad en aumento.

Haz que las personas hablen entre sí

Propicia e incita la interacción entre tus empleados, ello les permitirá sentirse más conectados e informados sobre la compañía y sus propios compañeros.

Si logras crear una cultura en tu empresa donde los empleados se conocen, comunican y respetan, lograrás al mismo tiempo subir el ánimo de tus empleados, crear una mayor comunicación y fomentar la colaboración y mejorar la productividad y los resultados a largo plazo.

Fomenta el feedbakc

Cuando se trata de retener talento, resulta fundamental implementar revisiones periódicas habituales… Y el feedback es imprescindible. Además, es importante tener siempre presente que el feedback espera ambos lados.

Algo que siempre funciona a la hora de construir confianza y motivar a la comunicación y conversaciones honestas es realizar un compromiso de transparencia.

 

conflictos

Con toda seguridad te has encontrado a lo largo de tu carrera y vida profesional situaciones ante las que has tenido que lidiar con infinidad de conflictos que solucionaste de alguna manera, pero que solo sirvió de forma momentánea.
Sin embargo, es importante resolver la situación de una forma eficaz para que no se repita el patrón. ¿Cómo? Te exponemos a continuación 4 vías para hacer frente a cualquier conflicto de manera efectiva:

Facilitación

La facilitación es un buen recurso, especialmente, cuando existen varias partes implicadas o diversos asuntos. Y es que, alguien totalmente imparcial siempre será de ayuda a la hora de guiar reuniones, encontrar conflictos o problemas y diseñar soluciones.

Mediación

Cuando estamos ante una situación laboral con un conflicto de por medio, un mediador tiene la función de guiar con el fin de llegar a un acuerdo sobre las posibles soluciones.

Se trata de una persona que trata de realizar el proceso lo más fácil posible, cuyo papel procura facilitar la comunicación, el compartir información, expresar las emociones, etc.

Sí, puede parecer lo mismo (o casi) que la facilitación. Quizá la diferencia radica en que la mediación es algo más formal y se recurre a ella solo cuando existe alguna relación entre las partes implicadas.

Indagación

Esta técnica, que busca clarificar y realizar recomendaciones en función de los datos objetivos, resulta realmente útil cuando hablamos de aspectos o ambientes muy técnicos.

Se suele llevar a cabo a través de mesas compuestas por especialistas que realizan una evaluación y valoración totalmente objetiva.

Arbitraje

En este caso, las partes recurren a un árbitro, que actúa a modo de juez, en función de los argumentos presentados por las partes implicadas en el conflicto.

Es otra manera, pero suele dar como resultado soluciones menos satisfactorias que las dos primeras.

toma de decisiones

Tomar decisiones de forma afectiva no es tarea sencilla y a la vez resulta crucial para un buen liderazgo. Y este es precisamente el tema que hoy queremos abordar, pero desde la perspectiva del filósofo Alasdair MacIntyre, de la Universidad de Boston, que alude 4 aspectos fundamentales para una toma de decisiones efectiva:

Veracidad sin caer en la simplicidad

Cuando miramos al corto plazo, un enfoque simplificado a la hora de resolver un asunto puede resultar satisfactorio. Sin embargo, cuando los problemas son complejos, recurrir a simplificar no es la forma más idónea para obtener respuestas sólidas y fiables a problemas complejos.

Ser justo al evaluar costos y beneficios

Todas las personas involucradas en la toma de decisiones deberían tener la oportunidad de valorar costos y beneficios. Ello potencia la toma de conciencia e invita a la responsabilidad, una responsabilidad compartida sobre las decisiones que se toman.

Cuando hablamos de ser justos nos referimos a que la opinión y visión de todos aquellos que soportan riesgos y peligros importe y además estén continuamente informados.

Planificar proyecciones 

O lo que es lo mismo, un buen líder debe ser capaz de planificar y manejar sobre lo desconocido teniendo en cuenta los cambios, haciendo una previsión de dónde es probable que ocurra y estableciendo prioridades.

4)    Flexibilidad para adaptarse al cambio planificado e implementado y, en respuesta a nuevas condiciones planificando e implementando nuevamente. Este enfoque iterativo es esencialmente un proceso de aprendizaje; atenúa nuestra tendencia a permitir que las necesidades inmediatas nos dicten soluciones a corto plazo.

En este sentido, a través de estas 4 características la idea es formular procesos de mayor nivel analítico y fomentar una toma de decisiones socialmente responsable.