Se pasó del «Silencio de los Corderos» a «Las audiciones de las Vacas»
Hoy quiero compartir mi experiencia con Cristobal Colón, Presidente y Fundador de La Fageda y con Albert Riera Director de Comunicación.
Fué en el 2012 desarrollando el Talles Valores y Liderazgo, la Regla Benedictina, un camino para una buena dirección». Tuve el honor de contar con la intervención de Cristóbal Colón, en la jornada inicial, que amablemente aceptó la invitación que le hicieron los monjes, para participar en el taller.
Compartió su «aventura» y su propósito, un sueño y una pizca de locura (bueno, aquí se aplica aquello que dice: «para los que no pueden oír la música, el que baila es un loco»). ¿La música? sensibilidad social, dignificar la vida de personas con otras capacidades (vs disminuidas psíquicas) que forman parte de un colectivo, desfavorecido por el sistema.
Nos contó que trabajando en un centro psiquiátrico, veía el lamentable día a día de los internos, que pasaban las horas , los días,… sin hacer nada, degradándose y viviendo «sin vivir»… y quiso cambiarlo. Crear una organización contratando a esas personas, para ayudarles a mejorar su «día a día». Necesitaba crear una empresa. Tras varios intentos y pruebas, se decidió por un producto «commodity» cuyo nicho no estuviese bien cubierto, y de ahí nació La Fageda, iogures «premium» de alta calidad.
Los principios debieron ser muy duros. Nos explicaba que necesitaba fondos y claro, llegaba al banco y decía:
– «Hola buenos días, necesito dinero para crear una empresa con residentes del psiquiátrico»
– «Perfecto, ¿cómo se llama usted?
– «Cristóbal Colón»
… tuvo que visitar varias oficinas bancarias, y dar muchas explicaciones…
Los iogures y la facturación, no eran el objetivo, eran el medio, para poder ofrecer a personas, un trabajo digno, una actividad segura, que les pudiese generar autonomía, mayor autoestima, dinamismo, aprendizaje, retos, reconocimiento, pertenencia,… alegría, felicidad,… y además, lo que hacen, sus productos lácteos, son excepcionales.
Tenacidad, esfuerzo, un buen plan, sacrificios (habrá que renunciar a muchas cosas, pero si el sueño es ambicioso y sirve para mejorar la vida de las personas, para mejorar esta sociedad, no será fácil, pero el esfuerzo habrá valido la pena, sea cual sea el resultado).
Lo que está claro es que para conseguirlo, es imprescindible, lograr rodearse de personas con esa misma ilusión y visión. Un equipo fuerte, cohesionado, que también oiga esa música y tenga ganas de bailarla,… hasta han mejorado las vacas, que pacen acompañadas de las «Variaciones Goldberg»,… Gracias La Fageda, gracias Cristóbal y gracias Albert por existir!!
Ahora explican en una jornadas su modelo, muy recomendable:
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