La Santa Regla es una norma monástica que se remonta a la Edad Media y que ha sido adoptada por muchas organizaciones a lo largo de los siglos. Esta regla establece que los monjes deben dedicar sus vidas a la oración, el trabajo y el estudio, y se considera que tiene un gran valor para el management y el liderazgo.

En términos de management, la Santa Regla se centra en la importancia de equilibrar el trabajo y el tiempo libre, y en la necesidad de establecer metas claras y alcanzarlas mediante un esfuerzo constante. Es un recordatorio de que el trabajo es una parte importante de la vida, pero no debe ser el único objetivo.

En cuanto al liderazgo, la Santa Regla también es relevante. Los líderes que siguen esta norma se esfuerzan por encontrar un equilibrio entre el poder y la humildad, y entre la autoridad y la colaboración. Esto se asemeja a las teorías del liderazgo transformacional, en las que los líderes buscan inspirar y motivar a su equipo para alcanzar metas comunes. Autores como Peter Drucker y Stephen Covey, han mencionado la importancia de liderazgo ético y la importancia de enfocarse en objetivos a largo plazo.

En resumen, la Santa Regla es una norma antigua que tiene un gran valor para el management y el liderazgo. Al equilibrar el trabajo y el tiempo libre, y al establecer metas claras y alcanzarlas mediante un esfuerzo constante, se pueden inspirar a los demás a alcanzar metas comunes, promoviendo un liderazgo transformacional y ético en las organizaciones.

 

La Santa Regla es una norma monástica que se remonta a la Edad Media y que ha sido adoptada por muchas organizaciones a lo largo de los siglos. Esta regla establece que los monjes deben dedicar sus vidas a la oración, el trabajo y el estudio, y se considera que tiene un gran valor para el management y el liderazgo.

En términos de management, la Santa Regla se centra en la importancia de equilibrar el trabajo y el tiempo libre, y en la necesidad de establecer metas claras y alcanzarlas mediante un esfuerzo constante. Es un recordatorio de que el trabajo es una parte importante de la vida, pero no debe ser el único objetivo.

En cuanto al liderazgo, la Santa Regla también es relevante. Los líderes que siguen esta norma se esfuerzan por encontrar un equilibrio entre el poder y la humildad, y entre la autoridad y la colaboración. Esto se asemeja a las teorías del liderazgo transformacional, en las que los líderes buscan inspirar y motivar a su equipo para alcanzar metas comunes. Autores como Peter Drucker y Stephen Covey, han mencionado la importancia de liderazgo ético y la importancia de enfocarse en objetivos a largo plazo.

En resumen, la Santa Regla es una norma antigua que tiene un gran valor para el management y el liderazgo. Al equilibrar el trabajo y el tiempo libre, y al establecer metas claras y alcanzarlas mediante un esfuerzo constante, se pueden inspirar a los demás a alcanzar metas comunes, promoviendo un liderazgo transformacional y ético en las organizaciones.

La Santa Regla se divide en tres bloques principales: oración, trabajo y estudio.

Oración: La oración es una parte importante de la vida monástica y se considera esencial para mantener una relación espiritual con Dios. Los monjes deben dedicar un tiempo diario a la oración y a la meditación. Meditación.

Trabajo: El trabajo es una parte fundamental de la vida monástica y se considera una forma de servicio a Dios y a la comunidad. Los monjes deben dedicar un tiempo diario al trabajo manual y al servicio a los demás. Acción, Servicio.

Estudio: El estudio es esencial para el desarrollo intelectual y espiritual de los monjes. Se espera que los monjes dediquen un tiempo diario al estudio de la Biblia y de otros textos religiosos. Lectura contemplativa, estudio.

Decálogo de la Santa Regla:

  1. Dedicar tiempo diario a la oración y meditación. Preparación individual, concentración, conectar con uno mismo, inspiración, guía.
  2. Trabajar manualmente y prestar servicio a los demás. Acción, servicio a los demás.
  3. Estudiar la Biblia y otros textos religiosos. Estudió, buscar referentes, buenas fuentes, faro.
  4. Mantener una actitud humilde y sencilla en todo momento. Equilibrio, humildad.
  5. Respetar a los demás miembros de la comunidad. Empatía, dignidad.
  6. Evitar el lujo y la comodidad innecesarios. Austeridad.
  7. Aceptar la autoridad de los superiores. Obediencia, «audire» tener en cuenta.
  8. Mostrar gratitud y agradecimiento por lo que se tiene. Agradecimiento.
  9. Practicar la caridad y la solidaridad con los menos afortunados. Ayuda, conciencia.
  10. Vivir una vida simple y austera, despojándose de todo lo que no sea esencial para la vida espiritual. Focalización, ser vs tener.

Alberto Arqued

Sede21, un camino para una buena dirección